Con la callada tristeza, como altiva
va la lluvia recorriendo su tierra.
Húmedo es su cabello, ceniciento el abrigo,
y alza su mano a veces
y golpea con miedo sus cristales.
Sus cortinas susurran en secreto
viejas canciones de muchacha
¡ justamente hoy que el deseo de vivir la invade!
El viento atrapa entonces
el pelo y también sus lágrimas indómitas.
Atrevida, deja ella que sus faldas se agiten
y fantasmal como bruja
baila.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario