Este tipo de hombres, los de Leo, podrían resumirse en un solo sintagma: compromiso de calidad. Leo es el rey león, en un barco es el timón, en una novela es el narrador. En fin, sonará a loa, a elogio incesante, pero los amigos de Leo pueden sentirse orgullosos del gran signo que portan. El zodíaco ha sido generoso con ustedes y en ese cruce de astros han salido claramente favorecidos. Defectos tan pocos que ni vale la pena mencionarlos, pero la soberbia es quizás el más controvertido de ellos... Porque a pensarlo bien: si sos brillante, ¿por qué no podés permitirte algo de soberbia?? Yo, en vuestro caso, amigos, me lo permitiría y cómo!!!!
Alabo la exuberancia mental, las cicatrices que ustedes hábilmente convierten en una embarcación cinco estrellas, la atmósfera enrarecida que pueden transformar de sopetón en un aplauso... Celebro además la celeridad con la que desandan caminos viciosos para convertirlos en sublimes y virtuosos. Tienen un talento natural para embellecer, liderar y gozar en plenitud.
Mucho que aprender de los leoninos. Mucho de la autoafirmación que les sobra y que a otros -a nosotros- nos falta lastimosamente.
No sé qué pistones empujan mis dedos, pero todo encaja. Agosto es definitivamente un mes de quiebre, de inflexión animosa, de palpitación única!!
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