A mí me gusta equivocarme donde los demás aciertan. Mi yerro es otra forma de verdad más mía, ¡ mucho más mía !
Los animales no se mienten a sí mismos y cumplen el destino que traza en ellos su ciego y fatal instinto. Nuestro destino, en cambio, es convertir nuestras mentiras en nuestra Verdad y errar profundamente el camino.
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