sábado, 16 de octubre de 2010

Taurofobia

Es que siempre empezó bien y terminó mal!!!!! Por eso lo digo, no por otra cosa...

El conocimiento no hace mejores a los hombres, pero la sabiduría los defiende de la fealdad, de la estupidez, y a veces, de la misantropía.

El mérito de los de Tauro es vasto: son grandes emprendedores, convencidos de todo lo que hacen, convencidos ante todo! Armonizados ante todo con la convicción en el apuro, en la cita de negocios y en las múltiples obligaciones... Son seres estupendos; por un lapso, pero estupendos.
Por ejemplo: son soñadores, y sueñan a la par de una, sueñan cosas imposibles y enuncian todo como si fuera a tener lugar alguna vez. En eso, son tan librianos que podrían nacer en octubre y comparecer ante los registros civiles sin problema, aéreos, etéreos, pero no!!!!! Pero no: ocurren en abril o suceden en mayo y así les ha tocado y no hay vuelta. Y eso los hace irremediablemente distintos, terrestres, calculadores...

Nunca he visto tanta energía puesta en algo, en cualquier cosa, siempre guiados -nobleza obliga- por un interés que entraña lo económico. Puesto que su lema es: mejor pájaro en mano que cien volando, o bien, no hay mal que dure cien años, o incluso, en aquellos más sufridos: "al que madruga....." Esto quiere decir el signo más pragmático del zoodíaco conocido por mí, y en estos tiempos... Pero digo pragmáticos y no elogio, reparo a medias en lo que esto entraña.

Convencidos de su honestidad, su intachabilidad y su incapacidad para mentir, mienten a troche y moche. ¡¡¡Total no son concientes de ello!!! Todo bien, de todos modos la hipocrecía nos cuadra a todos los signos por igual. Pero enseguida, ante la más mínima sospecha, braman: "yo siempre fui sincero con vos y te dije cómo eran las cosas".
Horribles demonios de la masculinidad mal consabida, la palabra mal empeñada, revolucionarios sin causa y sin esperanza, confidentes inconclusos, curiosos sin curiosidad, vuestro destino es trabajoso e incierto. No les deseo el mal pero casi.

Son como un manuscrito, bajo el título : "Pensamientos". La verdad es que nadie se atrevería a reponer aquello que sucede bajo ese encabezado pero tampoco nadie podría tachar lo hallado, lo predominantemente real. Ustedes son realistas, pragmáticos hasta el hartazgo. Ni idea si pertenecen al aire, al fuego, al agua o al carajo!! Pero son emigrantes, o inmigrantes, o algo por el estilo. No son de la tierra donde habito. Son extraterrestres, son E.T. de la vida, de mi vida, de la misma manera que lo fue Nietzsche cuando por primera vez lo devoré: seducción absoluta y absoluta e instantánea devoción, pero enseguida, -a menudo se me ocurre que escribir sobre ciudades en las que nunca he estado está mal-, y en cambio escribir la sospecha está bien, digo, enseguida se vuelven extranjeros, perfectos extraños.

Encadenados a un letargo que no se atreven a confesar (vuestra cobardía es supina, compañeros), y en base a mentiras cruzadas, cierta melancolía, bombas de estruendo y faltos de recursos, atrofiados, sucios, repiten un vientre quemado que no les cuadra, o que cualquier imaginación sensible descubriría al fin. ¡¡¡¡El pelo blanco pide, por caridad, un marco!!!!

Cultos, sobre todo cosmopolitas, orgullosos de lo que han hecho, han viajado y han vivido, nos enrostran lo buenos que son, lo honestos que siempre han sido, y terminan siendo un gran fiasco. Visitantes de ida y vuelta, pájaros abandonados en una ciudad de invierno, son compañeros, compadres, amigos, confidentes, amantes y todo al unísono, sin darse cuenta que todo es incompleto y absurdo, como amantes que han huído y sólo tienen un auto en donde refugiarse de la lluvia. Conocí literalmente un hombre que vivía en su auto. Increíble.

Absolutamente afines a las librianas desentendidas e inexpertas, bien aéreas y encadenadas, subidas a trenes destartalados que cubren sus heridas de metralla, a perpetuidad.

Pues no!! No necesitamos mentirosos profesionales. Grandes Bond en serie que nos vendan un género que es el thriller de espionaje. No!!!!! Decadentes de hotel, no necesitamos de ustedes para saber quiénes somos y cuánto valemos.

Y al final, en la escena patética, porque de eso no se privan -porque de nada, de nada quieren privarse y todo quieren apropiárselo y probarlo-, aparece la mujer, esposa colérica, matrona centenaria, mujer mezquina y preguntona, dependerá del caso... ¿Vos sos la chica de la foto? ¿Vos sos esa mina? Sí, responde una con una ingenuidad idiota, con una sospecha nunca confirmada, porque el taurino jamás afirma, siempre pregunta. Nunca es asertivo, siempre es inquisitivo o subjuntivo. Duda o deseo: ese es su territorio, nunca el infinitivo, ese modo en que todo el mundo afirma y se para en el mundo.

Y como consecuencia viene la granada, la piedra, la pesadilla agazapada. Indescriptible: esas guardianas bobas -y a la vez pétreas- de un secreto imbécil, defienden a ese taurino a rajatablas.

En fin!!!!!! admirólas!!!!! pero de lejos.

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