jueves, 8 de julio de 2010

Cosas menos impalpables y más literarias

Objetos inolvidables del primer personaje que se imprimió en nuestra mente hispana...


En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón de las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino por añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto de ella concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mismo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años.

CAPITULO PRIMERO DEL QUIJOTE! GLORIA Y LOOR!

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