sábado, 26 de junio de 2010

Qué lindo que todo tan cerca y aún lejos... Recuerdo en El Banquete de Platón, esa inolvidable cena, donde Platón reflexiona, gracias a Sócrates, sobre la distancia y proximidad. Sócrates era el líder, pero prefería siempre alejarse de las muchedumbres. Iba detrás y no delante de sus discípulos y Platón no podía creerlo.
Sócrates invitaba a caminar con él a unos cuantos, pero cuando los convidados creían seguirlo, él siempre estaba atrás. Si preguntaban, decía "vayan siempre delante de mí" y el diálogo se establecía no sólo por las palabras sino por los cuerpos maestro-discípulo...

1 comentario:

  1. Sócrates era un decadente, un despreciador de la vida...(Nietzsche dixit), por eso lo de la cicuta y el Gallo para Asclepio...
    Ariel.

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